Los gamers que se dedican de forma profesional a los eSports no son reconocidos oficialmente como deportistas, lo que les sume en un embrollo jurídico.

Ante la carencia de este marco regulatorio específico adaptado a los eSports, que han registrado una expansión que parece haber ido más rápida que el ámbito legal, el debate se guía por las interpretaciones cuando llega el momento de cumplir con Hacienda. Los jugadores que son considerados residentes fiscales en España deben regirse por el mismo régimen que cualquier otro contribuyente obligado a rendir cuentas en el IRPF. Respecto a las rentas por publicidad y sponsor, derechos de imagen y donaciones de fans o suscriptores, habría que tratar cada caso por separado.

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