La UPTA ha denunciado que la brecha fiscal entre autónomos y sociedades supera el 30%.

Según un informe elaborado por la organización, las deducciones fiscales de las que se benefician las empresas agravan el desequilibrio fiscal con respecto a los trabajadores por cuenta propia. Para los autónomos, el tipo impositivo del IRPF se fija anualmente en función de las rentas de trabajo. Asimismo, una renta media de entre 20.000 y 30.000 euros tendrá un IRPF del 30%. En contraposición las sociedades tienen un tipo fijo máximo del 25%. La justificación de ciertos gastos como la comida también suponen una brecha entre autónomos y sociedades. Los primeros tienen que demostrar que ha sido única y exclusivamente laboral mientras que las sociedades la deducen al 100% sin problema alguno.

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