La inestabilidad política ante las sucesivas citas electorales que se vivieron el año pasado ha pasado factura al flujo de capitales. Eso, al menos, es lo que podría deducirse de las cifras conocidas hoy de la balanza de pagos, que indican que el capital extranjero volvió a salir de España el pasado año a un ritmo que solo se había registrado durante lo peor de la crisis. En concreto, según los datos provisionales dados a conocer por el Banco de España, los inversores sacaron 70.200 millones de euros de España en 2015, frente a un saldo neto positivo de 5.600 millones de capital que fue contabilizado un año antes.
Todas estas cifras arrojan que el pasado año fue el tercer peor ejercicio de los últimos quince años, solo superado por 2012, cuando los inversores extranjeros sacaron 170.508 millones en un solo año y 2011, con una huida de capitales que ascendió a 79.503 millones.