En una primera etapa, los fabricantes de coches deberán reducir las emisiones en un 15% en 2025 respecto a 2021, para dar un estirón en el siguiente lustro y llegar al 35%. El Consejo deberá empezar a negociar este miércoles con la Comisión y con el Parlamento Europeo, que aprobó la semana pasada que el recorte de gases sea del 40%.