sujetos a su aprobación y establece un límite general del 50% en el uso de los fondos asignados. El Gobierno ha decidido echar el cerrojo a la caja pública, y dejar la llave en manos de Hacienda, a fin de contener el déficit y reservar recursos para cuando se impulsen los Presupuestos Generales de 2020 que formalmente no podrán comenzar a tramitarse al menos hasta el mes de marzo.