procedentes de las cotizaciones por desempleo que va a parar al Sepe a los fondos de la Seguridad Social para afrontar futuros gasto en pensiones. La maniobra no es sencilla, tal y como reconocen fuentes cercanas a la negociación. Entre otros obstáculos, está la cuestión de que la operación supondría esquilmar aún más los activos de un Ministerio de Trabajo.