El coste de apostar por los ERTE para evitar la destrucción masiva de puestos de trabajo rondará, al menos, los 5.500 millones de euros por cada mes de aplicación de estos ERTE a los cuatro millones de trabajadores que estarían ya afectados por ellos. Las prestaciones por desempleo de los afectados por ERTE costarán casi 3.500 millones y la Seguridad Social dejará de ingresar otros 2.000 millones por exoneraciones de cuotas.